martes, 24 de febrero de 2015

Pecados capitales


Lujuria
Gula
Avaricia / Codicia
Pereza
Ira
Envidia / Celos
Soberbia

El jardín de las delicias - Hieronymus Bosch
La aspiración siempre fue ser perfecto, intentar crecer cada día para evolucionar al hombre perfecto, que aunque sea una meta utópica no debe dejar de ser el fin de cada paso que damos en el camino de la vida, porque, consciente de nuestras debilidades, defectos y pecados no podemos acomodarnos en la mediocridad. "No hay nadie perfecto"... cierto, pero al menos hay que intentarlo y aproximarnos lo más posible a esa perfección.

Hablando de pecados, "quien esté libre de toda culpa, que tire la primera piedra".

Todos hemos oído hablar de los Pecados Capitales, enumerados al comienzo de este texto, y que pueden dividirse en vicios concupiscibles y en vicios irascibles. 

Lujuria:
Deseo sexual desordenado e incontrolable. También se puede entender como deseo apasionado de algo.

Gula:
Deseo desordenado por el placer por la comida o la bebida.

Avaricia / Codicia:
Deseo desordenado y excesivo de poseer riquezas.

Pereza:
Descuido en realizar tareas. Se relaciona también con la tristeza o la depresión.

Ira:
Emoción que se expresa a través del resentimiento, de la furia o de la irritabilidad.

Envidia / Celos:
Estado mental en el cual existe dolor o desdicha por no poseer uno mismo lo que tiene el otro.

Soberbia:
Sentimiento de valoración de uno mismo por encima de los demás.

¿Te ves reflejado en alguno? Recuerda, nadie es perfecto.


Reconocerse en la debilidad es fundamental para seguir avanzando, para mejorar, para dejarnos ayudar. Reconocerse en la debilidad nos hace más fuertes.

No soy perfecto, me he equivocado en muchas ocasiones y he pagado por mis errores o cargo con las consecuencias de muchas decisiones tomadas cegado por alguno de estos pecados que forman parte de nuestra cotidianidad. Asumir las consecuencias forma parte del camino, forma parte de las reglas del juego de la vida, forma parte del riesgo que conlleva tomar decisiones.

 No sabría decir por qué el "Jardín de las delicias" es una de esas obras pictóricas que podría definir como mis favoritas, supongo que buena parte es porque refleja esa dualidad tan recurrente entre el bien y el mal, porque está lleno de detalles y simbología y porque en el fondo lo comparo con las personas. 

Puedes pasar horas contemplándolo y siempre descubres algún detalle nuevo que te sorprende, lo mismo pasa con las personas, a poco que levantes la vista y le dediques unos instantes a observar a quien tienes al lado, lleve poco o mucho tiempo ahí, seguro que descubres detalles que te dirán más sobre esa persona, y que te mostrarán que muchos de tus prejuicios son inmerecidos e innecesarios, y que quizás en detalles que no habíamos considerado esté la diferencia, porque no todos somos iguales y no todos somos perfectos, estamos llenos de pecados (a diferentes escalas y niveles).

"Yo soy como soy
y tu eres como eres.
Construyamos un mundo
donde yo pueda ser
sin dejar de ser yo,
donde tú puedas ser
sin dejar de ser tú,
y donde ni yo ni tú
obliguemos al otro a ser
como yo o como tú"