lunes, 2 de noviembre de 2015

El teatro de la vida


¡Ah! ¿No es cierto, ángel de amor,

que en esta apartada orilla
más pura la luna brilla
y se respira mejor?


Fragmento de Don Juan Tenorio, de José Zorrilla


Historias de amores imposibles han sido, son y serán el gran recurso inspirador para todas las artes y el leitmotiv por excelencia del ser humano. Cierto que no siempre han de ser "imposibles", pero no cabe duda que las relaciones amorosas y sentimentales no están exentas de dificultades y de un alto grado de fracasos, pero eso no es motivo para que renunciemos a encontrar ese amor que cambiará nuestras vidas. 
Ya lo he mencionado en diferentes publicaciones, el camino de la vida no siempre transcurre por hermosos parajes en días resplandecientes, es una sucesión de días despejados y de días nublados, incluso algunos tormentosos, pero es la suma de todos esos momentos los que nos permiten afirmar que estamos viviendo.

"sólo tengo un corazón para perder"

No es que Don Juan Tenorio sea el paladín de la virtud, de la honorabilidad y de la caballerosidad, diríamos más bien que era un seductor nato, manipulador y algo canalla, pero esos aspectos de su personalidad no impiden que se enamore de Doña Inés. Un amor correspondido y que sume en un final trágico a ambos personajes, algo nada deseable para la vida real. Aún así, lo que quisiera destacar es el hecho de que Don Juan, a pesar de ser como era, se enamoró y se enamoró de alguien mucho mejor que él, alguien hermoso, puro, inocente, quizás de alguien que era todo lo contrario de lo que él era. Puede ser que viera en ella la belleza absoluta, que lo reconciliara con el mundo, con la parte humana más noble y que le provocara descubrir su mejor versión de la mano de ella. 
Los habemos que estamos perdidos, que no terminamos de encontrar el camino correcto, que hemos perdido muchas de nuestras virtudes y bondades, y que, al encontrarnos con esa persona a la que le entregamos nuestro corazón anhelamos una vida mejor. Pero como don Juan, a veces huimos, de nosotros mismos, de nuestros errores, pero eso no significa que dejemos de amar a quien entregamos nuestro corazón, al fin y al cabo solo tenemos uno.


viernes, 23 de octubre de 2015

Días

Días enmarcados y colgados en la pared principal de nuestros recuerdos.
Días señalados en el calendario para celebrar y recordar con fervor religioso.
Días imborrables, que ni el cincel del tiempo logra borrar.
Días de novela, que ni la mejor de las películas podría versionar.
Días merecedores de ser protagonistas en la historia de cada uno.
Días de los pocos que se viven con intensidad, que dejan un aroma único...
Hoy ha hecho cuatro años de uno de esos días.

jueves, 27 de agosto de 2015

Forever



"Para siempre"

Sobre el concepto "eternidad", Aristóteles decía que "la eternidad es el tiempo que perdura siempre". Probablemente el tiempo si que sea lo único eterno de lo que podemos tener conciencia, quizás solo sea el tiempo aquello que pervive sobreponiéndose a sí mismo una y otra vez. Pero, ¿y "nuestro tiempo"?


Cada día que pasa consumimos nuestro crédito temporal y vital, y no siempre hacemos de cada día una nueva experiencia, ni desarrollamos todas nuestras capacidades, ni disfrutamos de muchas cosas ni de muchas personas, el término "carpe diem" pasa desapercibido y malgastamos nuestro saldo.

Hay que reconocer que hacer de cada día un "disfrutar de la vida" es una tarea complicada, la rutina y las obligaciones nos consumen y agotan, y perdemos de vista las cosas que realmente importan y sobre todo, desatendemos a aquellos que nos quieren y a quienes queremos. Y por desgracia sabemos que podemos hacer mucho más al respecto, que hay mucho más que podemos aportar.


En una serie de ficción, cuyo título plagio en este artículo, el personaje tiene 200 años de vida, y en el transcurso de ese tiempo se encuentra con muchísimas personas, pero solo una le cambia la vida, Abigail, quien se convierte en ese amor "eterno", amor que supera el paso del tiempo y al que, el personaje principal, Henry, es incapaz de olvidar y que permanece perenne en sus recuerdos y sigue ocupando su corazón a pesar de todo.

¿Es posible que existan ese tipo de personas que te dejan marcado para siempre?
¿Existen los amores para siempre?

"Tempus fugit" -- El tiempo huye
"Divenire" -- Llegar a ser, convertirse
"Carpe diem" -- Aprovecha el momento
"Forever" -- Para siempre

No puedo evitar mi propio "forever", y con subir la mirada queda todo aclarado...




sábado, 8 de agosto de 2015

La primera vez

El camino de la vida está lleno de encuentros, de descubrimientos, de sorpresas, de alegrías, de desilusiones, de penas, de lágrimas... está lleno de experiencias que nos hacen sentir vivos, aunque algunas desearíamos no haberlas vivido, pero que inexorablemente forman parte de nuestra experiencia vital.

El camino de la vida está lleno de equivocaciones, de errores, de acciones que hoy en día nos reprochamos a nosotros mismos y que de una manera u otra nos condicionan. Yo me equivoco a diario, meto la pata más de lo que desearía, tropiezo en la misma piedra más de una vez, pues no soy perfecto. Aún así hago esfuerzos en seguir adelante, en intentar no seguir equivocando la senda, pero siento que no avanzo al ritmo que desearía, y sobre todo sé que no estoy en el camino con quien desearía estarlo, y que por vergüenza, por sentir que no estuve a la altura cuando debía estarlo, no me atrevo a dar pasos hacia un nuevo encuentro. 

El miedo podría ser el factor fundamental de mi cobardía, la necesidad de encontrar una señal, aunque fuera débil, apenas perceptible, que infunde en mí el coraje de buscarla. Sí, no soy perfecto y sí, soy un cobarde. Pero busco cada día esa señal que me devuelva al Camino.
Vivo con eso.

Lo bueno que tiene el enfrentarte a los acontecimientos diarios, que nos afectan sobre todo a nivel emocional es que, tarde o temprano, vemos las cosas con más claridad y asumimos nuestra parte de responsabilidad.


No creo que sea malo recordar, no creo que sea malo extrañar, no creo que sea malo desear que las cosas fueran diferentes, no creo que sea malo reconocer las culpas, ni pedir disculpas y sentirse arrepentido por todo ello. 

La primera vez...

Allí estabas, de pie junto a tus amigos, hermosa y radiante... y eso no se borra de mi mente, y tu no te borras de mi corazón.

Hay momentos en la vida que permanecen imborrables, que parecen grabados a fuego en nuestros recuerdos, cual tatuajes evitando ser olvidados, y de manera inconsciente se reviven una y otra vez, quizás en una frecuencia que no es la más adecuada, y no lo puedo evitar, y tampoco quiero.

La primera vez... hay muchas primeras veces, y no olvido ninguna.



14 de agosto, víspera de nuestra Patrona, la Virgen de Candelaria, fechas que no se olvidan fácilmente, fechas que significan algo y que, en mi opinión, tienen una trascendencia mayor. No puede ser casualidad que te conociera ese día, no puede ser casualidad que nuestros primeros mails los intercambiáramos el día de "La Candelaria"... no hay casualidades.








jueves, 30 de julio de 2015

Leído ... y treinta y cuatro

Del libro "hombres sin mujeres" de Haruki Murakami:

"A esta edad por fin empiezo a entender, por propia experiencia, los sentimientos del poeta. La honda sensación de pérdida tras haberse encontrado con la mujer amada, haberse unido a su cuerpo y haberle dicho adiós. 
Si lo piensa, ese sentimiento no ha cambiado en miles de años."

Porque son ellas, las mujeres, las que irrumpen en la vida de los hombres para desaparecer, dejando una huella imborrable en la vida de aquellos que las han amado, o de los que, al menos, intentaron amarlas.



34.- Por el brindis al atardecer.

by AyA


domingo, 26 de julio de 2015

El beso

Mientras nos alejábamos el uno del otro, nos dimos la vuelta, nuestras miradas se encontraron... Y no fue la última vez. 
Desandamos los pasos que nos alejaban y nos fundimos en un dulce beso, en un solo corazón y supimos que sería para siempre.

Y con lágrimas en los ojos desperté esta mañana.

Feliz día !!!!


sábado, 25 de julio de 2015

Recuerdos

"Los buenos recuerdos son los que más duelen"

Aunque mi experiencia peregrina se limita única y exclusivamente a una sola peregrinación haciendo el Camino de Santiago, no puedo obviar la fecha de hoy, fiesta del Patrón y día grande en Galicia.

compostelavirtual.com

Con anterioridad ya había visitado Santiago de Compostela y había presentado mis respetos al Santo, siendo ignorante del fluir de visitantes que acudían tras haber recorrido cientos de kilómetros, permaneciendo ajeno al trajín y a las emociones que, en la Plaza del Obradoiro acontecían, algo que permaneció así hasta que mis propias emociones se vieron desbordadas aquel día que, con ella delante, llegamos al "kilómetro cero" cruzando el pasadizo en forma de túnel desde la Plaza de la Inmaculada y al son de una gaita, algo imposible de olvidar, al igual que las lágrimas, que de forma incontrolable y espontánea asomaron en nuestros rostros.

Las emociones, indomables ellas, forman parte de nuestro día a día, constituyen la base de nuestra esencia como seres humanos. A veces las intentamos enmascarar, ocultar o incluso negar, pero lo peor que nos puede pasar es dejar que sean el orgullo y la soberbia los que entierren a las emociones más puras y sinceras que podamos tener.

Lo siento. Perdón. Gracias. Te amo.

Qué difícil cuando el orgullo nos ciega, cuando gestionamos mal nuestros sentimientos y nos dejamos arrastrar en esa pendiente que se genera cuando las cosas no funcionan como deseamos, cuando las dificultades son más de las esperadas.

Qué estúpido puede ser uno cuando la frustración y el fracaso nos impiden aceptar que hay algo superior por lo que vale la pena luchar, por lo que vale la pena poner el máximo esfuerzo y hacer los sacrificios necesarios para salvaguardarlo y protegerlo.
Reconozco mi estupidez, reconozco que queriendo tener todo, perdí lo importante. Aún intento descubrir si soy un inconformista, si soy demasiado orgulloso, si soy tan cobarde como para buscar escapatorias banales, para huir justificándome absurdamente, y sobre todo por no tener la paciencia necesaria para sobreponerme a los momentos de dificultad, considerando que estoy en posesión de la verdad más absoluta, algo totalmente equivocado.

Los recuerdos me asaltan una y otra vez, y las reflexiones que hoy me atrevo a expresar no son de ahora, pues rondan mi cabeza un día sí y otro también. Y el miedo a pedir perdón, o mejor dicho, a pedirlo y no ser perdonado, acorrala mi tranquilidad y asalta mis sueños.

Al Apóstol le pido perdón por no haber cumplido mi promesa, aunque en el fondo de mi ser deseo que se haga realidad. Le pido fuerzas para saber vivir con mis errores, para ser mejor persona y padre. Le pido que me muestre las señales del camino para reconducirme, y redescubrirme, porque ya van a hacer dos años que me perdí.

Lo siento, perdón, te amo.