viernes, 12 de abril de 2013

Día tres

by AyA

El Camino bien puede ser una metáfora de la vida misma. 

El Camino nos ofrece una reflexión basada en la experiencia corporal que se experimenta en el mismo, y la mejor manera de afrontarlo es paso a paso, estableciendo pequeñas metas, pequeños objetivos, y poco a poco irlos alcanzando para afrontar el siguiente. 

Algunos de estos tramos pueden ser más duros pero otros no lo serán tanto. Podemos encontrarnos con días preciosos, soleados, donde el entorno nos abraza y nos embriaga, pero también la lluvia o la niebla, que oscurece el horizonte por momentos, se hacen presentes en el Camino. Hay etapas que se hacen cortas, otras eternas, unas con más tramos en subida, y otras con muchos tramos en bajada, pero siempre, siempre, tienen en común la ilusión, la esperanza de llegar al objetivo impuesto.

by AyA
El Camino también nos ofrece soledad, la única compañía de la Naturaleza, de nuestros pensamientos, de nuestro disfrute y también, por qué no, de nuestro sufrimiento.
Aunque es hermosamente generoso al ofrecernos un oasis a esa soledad, y nos regala compañía, siempre hay alguien que nos acompaña, respetando nuestro silencio, o amenizando el Camino, planteando ideas, pensamientos, soñando juntos y avanzando juntos, siendo apoyo incondicional ante las vicisitudes que puedan surgir.

Ilusión, esperanza, compañía....

También confianza, confianza en uno mismo, en la certeza de que al final de la jornada llegaremos a un albergue, que nos acogerá y nos dará refugio y descanso.

De este tercer día...
¿Cuáles son tus objetivos?
¿Cómo afrontas las etapas más duras?
¿Cómo disfrutas y agradeces los días soleados?
¿Tus compañeros de Camino?
¿Qué te ofrece refugio y descanso?

(continuará...)


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