martes, 2 de abril de 2013

Día cero

(Domingo 27/05)
Madrugar nunca ha sido de mi agrado, pero he de reconocer que ese día la ilusión y los nervios podían más que el sueño. Con todo en las mochilas sólo quedaba emprender la aventura.

by AyA

03:30
Es la hora del comienzo, un anticipo de lo que nos esperaba en los próximos días. El aeropuerto a esas horas mostraba un aspecto desolador, algo extraño aunque a la vez normal, extraño por la costumbre de verlo siempre con una actividad frenética, idas y venidas de pasajeros y personal por todos los pasillos del recinto, y normal por la ya mencionada hora.

by AyA
Tras unas horas de espera, por fin embarcamos y volamos rumbo a Santiago de Compostela, punto de partida y objetivo final de nuestro trayecto, de nuestra peregrinación.

Peregrinos, aeropuerto, lluvia, estación, despedidas....

La lluvia nos acogió a nuestra llegada a la ciudad, un recordatorio del famoso clima gallego, una lluvia suave pero que empapaba, una lluvia que, como algunas personas que llegan a nuestras vidas, va calando poco a poco en nosotros. Y a pesar del clima, los peregrinos, enfundados en sus ponchos impermeables recorrían las callejuelas de una ciudad que data en el siglo IX sus inicios. Si las piedras hablaran... es inevitable pensar en la historia de esas edificaciones, la de personas y sucesos de las que han sido testigos, las lágrimas que sus adoquines han recogido en cada paso que se acercaba y se acerca a los pies del Apóstol, lágrimas de emoción, de esfuerzo, de dolor y sobro todo de alegría.

Las lunas tintadas de la guagua no permiten que los ojos de los amantes que se separan, ignoro por cuánto tiempo, si horas, si días, si semanas..., se encuentren por última vez, aunque saben que están ahí, buscándose antes de partir, buscando ese diálogo no verbal, el que sólo las miradas son capaces de interpretar. Minutos antes el diálogo consistía en abrazos, susurros murmurados al oído, besos tiernos, palabras de añoranza, de deseos que el tiempo pase lo más rápido posible, hasta su próximo encuentro, probablemente en esta misma estación.

Por delante, para nosotros, cuatro horas de guagua, destino Ribadeo, donde comenzará nuestra primera etapa.
by AyA

No hay comentarios:

Publicar un comentario